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jueves, 29 de mayo de 2014

El Reino de los Piratas - Prólogo

                         

El Mundo de la Piratería siempre fue de fascinación para los historiadores y bienaventurados en los mares, pues es un lugar donde lo más enigmático reside y ha sido objeto de diversas leyendas, como Davy Jones, El Holandés Errante, El Tesoro de Leónidas, El Tesoro Maldito, la Isla del Tesoro...además de varias bestias marinas mencionadas en sus crónicas.

Pero en estos tiempos, la Piratería también ha sido objeto de diversos puños orquestados por las grandes coronas reales de Europa, las cuales la ven como un deporte sin control y han intentado destruirla para devolver "justicia" y "seguridad" a quienes transitan los azules mares, pues no sólo su historia abarca aventuras y tesoros, también los hay asesinos, ladrones, violadores, borrachos...técnicamente, no todo lo que brilla es oro en su esplendor, por decirlo así.

Año 1740
La Corona Británica orquesta una guerra contra la Piratería teniendo como sede recurrente de constantes batallas el Caribe, lugar donde hay más apogeo y territorio de estos. Es en esta guerra cuando hay más bajas de lo considerable en masas de los piratas, temiendo por un pronto exterminio, la Asamblea Pirata se reunió en varias ocasiones para plantearse a continuación lo que necesitarían para derrotar a sus adversarios, y en la mañana del 28 de Enero, se formentó la batalla final, la más cruenta entre todas.

Por desgracia, no hubo victoria ese día.

Gran Bretaña había ganado y la gran mayoría de los piratas fueron ejecutados, masacrados, asesinados y convertidos en esclavos, los barcos fueron demolidos y quemados, sus tesoros destruídos por la Iglesia debido a su simbolismo hechicero y satánico, prácticamente todo se había perdido.

Pero hubo quienes resistieron.
Matt Lewis y su esposa Elain Olsen eran los grandes comandantes que aún quedaban en píe después de la devastadora Guerra, estos habían reunído a otros potentes que también sobrevivieron al conflicto; Jack Harrison, Antonio Barioni, Pierre Le Fonte, Anne Mary Jackson y algunos decidieron demostrar a la nobleza que su victoria no era más que una lluvia pasajera, por lo que se formentó una pequeña guerrilla entre ambos bandos, donde, en la última batalla, fueron nuevamente derrotados, esta vez para muy a su pesar, hubo más bajas de lo esperado y muy pocos quedaban en píe para luchar, pero siguieron hasta el cansancio.

Elain esperaba a un bebé desde hacía meses, pero se sentía complementada para luchar por él y por un mundo lejos de la tiranía monárquica de los ingleses, los cuáles eran representados directamente por Thomas Lodge y Saphira Bornes en aquellos tiempos. Aún al pesar de su marido, ella luchó, y para cuando ocurrió la Última Batalla, su hijo era un bebé de dos semanas que permanecía asegurado en el barco, pero este fue encontrado a tiempo por los oficiales británicos y se le ordenó capturarlo, pero la mujer se interpuso ante estos y previamente se quitó el medallón del cuello, juntándolo en la cuna de su hijo, alzó los brazos, y cerró los ojos, siendo envuelta en una nube de disparos que perforaron su cuerpo y acabaron con su vida. Elain Olsen fue elegida como la Reina de la Piratería, y en su testamento, dejó claro que su hijo sería quién venciera definitivamente a sus adversarios, quién heredaría sus cargos y sería quién comandase a los Piratas a por su última y sangrienta revancha. Matt Lewis supo que su mujer se sacrificó por su hijo, por lo que, decidió hacer lo propio y se entregó para ser condenado; pero antes, dejó al bebé a la suerte de sus amigos Jack Harrison y Antonio Barioni, quienes tenían que discutir con la Diosa Elípsis de las aguas y los vientos para saber que hacer con él, murió como se le fue encomendado; la horca.

Jack y Antonio recurrieron a Elípsis en una isla sagrada y peculiar donde habitaba, le entregaron al bebé, y le comentaron el amplio deseo de sus padres y de los demás para poner fin a la continua masacre a la Piratería; la diosa hizo real el juramento debido a que simpatizaba con ellos y prometió que a la edad de diecinueve años, el chico tomaría lo que Matt Lewis y Elain Olsen siempre quisieron. Jack decidió llevarse al bebé y arribó Kingston, donde lo dejó con un hombre llamado Anthony Turner y su hermano Harry para poder críarlo, este aceptó, sin más, aunque años después el padre adoptivo del chico murió. El niño nunca cambió su apellido, y desde entonces, se llama Christopher Lewis, la última esperanza para poder liberar a la Piratería de las garras de las coronas reales.
                    

viernes, 20 de diciembre de 2013

viernes, 29 de noviembre de 2013

El hechizo de Sauron [Fanfiction]

[El presente fic está narrado bajo el punto de vista del personaje Frodo Bolsón, el autor de este fic nada tiene que ver con Tolkien Estate o Warner Brothers]


¿Te has imaginado, alguna vez, una realidad paralela en la Tierra Media? ¿Frodo nunca hubiese llevado el Anillo, y para ello, debe ordenar las cosas tal y como iban?.


.....
Cuando abro los ojos, mis dos manos se encuentran atadas a algo que no logro reconocer, pues he notado que no puedo ver nada, es una oscuridad inmersa que domina el lugar en donde me hallo. Trato de moverme y suspirar con fuerza pero lo único que logro es movimientos de espantos, echo la cabeza hacia atrás y alzo con ligereza la barbilla. No puedo saber si tengo El Anillo o no conmigo, pues ni siquiera sé donde ando parado.

Nuevamente opto por hacer un nuevo intento por moverme, y sólo consigo el mismo resultado, una y otra vez. ¡Sam! grito con todas mis fuerzas el nombre de mi compañero, el que había cruzado conmigo los limites de La Comarca, Bree, Rivendel, Khazad-Dum. Y ahora, no sé donde está, no tengo idea de si está vivo, muerto, desaparecido o capturado.

Escucho una voz que parece un siseo atrapado en el cuello, un metal atrapado en la lengua, percibo dicho sonido emitido por alguien, o algo. ¿Qué es esto? ¿Porqué estoy atado? ¿Donde estoy? Son tantas las preguntas que van alrededor de mi cabeza.

Precioso... —dice la voz, aquella que parecía un ronroneo viejo de gato por una bola de pelos, alguien atragantado emitiendo palabras—

Siento como una vieja mano se coloca sobre mi pierna, y sube por mi cuerpo. Sus ojos grises penetran sobre los míos azules, es horroroso, es un hombre hecho bestia, uno que puede ser domado y tratado como una especie cualquiera. Era.. Sméagol.

—¿Sméagol? —pregunto a la criatura, que sigue mirándome a fondo—
No obtuve respuesta, y "Sméagol" aparta su mirada de mi para irse a cualquier camino. Es la Oscuridad tan potente que ni siquiera sé a donde fue.

Ni siquiera estaba la espada de mi tío Bilbo, Dardo, aquella que podía iluminar luz azulada cuando se acercaban Orcos u otras criaturas retorcidas bajo la tútela de las tierras de cenizas. Finalmente, lo que me oprimía las muñecas de las manos van desenlazando estas a medida que, una ves terminado el peoceso, caígo.

Grito, pues no sé donde me hallo como he dicho varias veces, no sé si encontraré la vida, la muerte, tengo miedo, ni siquiera las palabras de valor de Gandalf podían ayudarme en aquel momento.

Gimoteo cuando aterrizo a la dura superficie, me arrastro como puedo y me aferro por medio de una pared. Una niebla blanquecida me envuelve y da paso a una impotente luz que me cega los ojos en un principio, pero al adaptarse estos a ella, una silueta esbelta con puntas adornando su cabeza camina lenta y constantemente hacia mi, de su espalda, brota un bastón de hierro cuyo golpecito al suelo se escucha como un trueno que golpea El Mundo.

—¿Y entonces pensaba el viejo mago que un hobbit podía llegar a mi reino sano y salvo? —exclama la voz, que emite una carcajada irónica y burlona, una que causa que el vello de mi piel se erize por completo— ¡Un craso error!.

Sauron...
Murmuro, era él, el creador del Anillo Único, no era una torre con un gigantesco ojo que todo lo ve sobre su cabeza, su armadura cubría todo su cuerpo, emitía suspiros que parecían vientos que arrasaban contra las casas, tormentas que sacudían el mar. Era todo tan, escalofriante, ante mi, tenía al Gran Enemigo de la Tierra Media.

—Vaya, haz dicho mi nombre —comenta Sauron acentuando la última palabra en un vocablo muy alto para mis oídos— ¿Entonces, Frodo de la Comarca, te preguntas pues porque estás aquí?
Me resisto a contestar en un principio, no sabía si era realidad, o una ilusión, pero aún así aceleraba mi corazón.
—S-si...—musito, con una voz que tambaleaba sobre mi cuello—
—Entonces creo que necesitas saber...la respuesta.

Sauron hacía un ademán con la mano izquierda y se pasó la batuta-bastón de hierro a ella.
—Tú habías sido asignado para llevar El Anillo hasta los fuegos del Monte del Destino, acompañado por dos hombres, tres hobbits, un enano, un elfo, y un mago. Desgraciadamente, Gandalf el Gris "murió" combatiendo contra un Balrog en Moria..
>> y tú y tu fiel amigo Sam anduvieron por su cuenta, pero, ahí quedó.

Su voz se mostraba odiosa, repulsiva, pero todo ello estaba simplemente adornado por un toque de amabilidad elegantemente cualquiera.
—¿¡Donde está Sam!? —gritoneo a Sauron, en espera de una respuesta—
—No es lo que crees... —me responde— verás, desde que tú y él se fueron tras la disolución de la Comunidad del Anillo, yo mismo contacté con mis mejores hechiceros y practicantes de la Magia Negra para alterar el pasado, y el futuro, es decir, la realidad donde estás presente ahora, es una muy distinta a donde habías quedado en la otra. En esta realidad, Sam es quién lleva el Anillo, sin compañía alguna pues él creé que habías muerto a manos de un Uruk-Hai.
—¡No! ¡No es posible! —grito, fundiendo mis dientes contra mis labios—
—Nada es imposible en este mundo, pequeño hobbit —dijo Sauron y prosiguió con su relato— desafortunadamente en esta realidad todos desvanecen sus esperanzas en Sam por considerarte a ti un héroe, y a él el fiel ayudante, es torpe, puede perderse fácilmente. Si fracasa, entonces toda la Tierra Media será mía..

No quería aceptar sus palabras, ladeaba continúamente con la cabeza para disipar sus pensamientos, creía que todo era una pesadilla, y cerré y abrí los ojos para comprobarlo, pero, nada....

—Jamás
—¿Qué vas a hacerme entonces? Si entonces lo pides, te liberaré, y tratarás de conseguir que todos recuerden a Frodo Bolsón, el portador del Anillo, aquel que dícese de su falsa muerte por ordenes mías. —Sauron se yerga y entrelaza sus manos— o entonces, cederás finalmente a que te mate, tu muerte no será dolorosa, sino rápida, tan rápida que no la sentirías..

Vuelvo a negar, pero, finalmente suspiro y digo;
—Si entonces alteraste la realidad, pues, déjame ir.
Sauron rió con ganas
—¡Qué dulce! Pues tus deseos son.....¿Cumplidos? 




.

Vaga un pequeño bote élfico sobre el río, me muevo en él al sentir todo mi cuerpo pesado, como si mil piedras impidieran mi movimiento, con todo mi esfuerzo, vuelvo a moverme y me yergo con lentitud para darme cuenta de que estoy en una zona desolada, árboles destruidos e incinerados. Había tanto humo que tuve que cubrirme la nariz.

—¡Los orcos han atacado, corran! —gritaba una desesperada voz, seguida de ello, un grupo de hombres y mujeres corría con fuerza por sus vidas. Algo que en un principio me asustó, quise seguir viendo, pero sólo pude horrorizarme al ver como esas...malditas criaturas oscuras horrendas mutilabah a los hombres, castraban a las mujeres, y prendían fuego al cadaveres de sus hijos.

—¿Pero qué....? —me hago uh ovillo en la canoa, y vuelvo a pensar en las palabras de Sauron—

Ahora era Sam quién llevaba la responsabilidad de destruir el Único, y yo, tan sólo, debía volver a poner en orden las cosas, antes de que la Tierra Media se sumerja en la tiranía de la maldad.


jueves, 14 de noviembre de 2013

El amargo lecho de sangre [POEMA]





Correr podrá mi sangre
En una amargada madriguera
La luna se asoma
Más no se cuestiona.

Pero he ahí la cuestión
De mi castigo sin perdón
¿Porqué me lastimo constantemente?
Si sé que amar no es para dolidos
Ni para errantes sin camino.

En el calor del sol
Se esconde mi mentón
Cuando mi sangre se estremece
Y corre en la dura roca de la mentira.
En un amargado lecho de perros
Huesos y juncos.

La manzana ha sido mordida
Más ha sido herida
La serpiente se arrastra
A besar la virginidad de La Luna.

Y allí, cuento mis horas
Como un pordiosero en hambruna
Correr podrá mi sangre
En una amargada madriguera.
La luna se asoma
Pero nunca se cuestiona..

viernes, 25 de octubre de 2013

La Llamarada del Universo - Capítulo Tres

                                                      UNA HISTORIA POR CONTAR


La inmersa noche rodea la iluminada ciudad, y La Academia no es una excepción. En las costas se asoma la esfera blanca que patrulla los cielos; La Luna y sus compañeras las estrellas.

Con el cigarro ya casi apagado, Jayden suspira y lo lanza hacia la nada, apoyando los codos sobre la baranda de la azotea.

A veces siento que esto es un sueño, quizás nada de esto sea real. Pero no puedo engañarme a mi mismo, adoro esto, pero, ¿Qué papel será el que me dará la vida? ¿Seré el mejor de toda la Flota Estelar? ¿Emplearé bien el uso de La Magia?

Es lo que piensa el chico cuando se da cuenta de que son casi la una de la mañana, por lo menos era un día libre. Ese día lo habia disfrutado con sus amigos, quizás ya casi se hacían hermanos. Pero él sentía que su amistad era por algo, que el destino tenía algo planeado.

Jayden pensó enseguida en el director de la Academia, Dereck Hermsworth, y quiso saber más.
–Voy a buscarle —dijo al fin— espero esté despierto.
Jayden abandonó la azotea y se dispuso a caminar por los corredores del lugar, eran largos y casi infinitos para él. Pero para llegar a la oficina del director debía cruzar casi todo.
Finalmente, se topa con dos grandes puertas con clave en una de ellas
–Por favor —dijo una voz artificial femenina— coloque su mano donde le indica la figura en el código y así podrá entrar.
Jayden hizo caso a la petición de la voz automática y puso la palma de su mano
Detectado
Y las puertas se abrieron..

Todo en un principio era oscuro, oscuro, muy oscuro pero esa oscuridad después reveló un luminoso foco a lo lejos. Jayden, con cuidado, se acercó a paso lento sintiendo una sospecha (o un enigma) que le agobiaba.

Al acercarse, notó que en el foco se hallaba el escritorio del director.
–Que habrá aquí...—dijo y puso una mano sobre el grueso y duro metal del cual estaba elaborada la mesa—
Un movimiento irrumpió el dominante silencio y Jayden se alarmó enseguida.
– << Mierda, debo esconderme >>
Jayden se escondió bajo el escritorio, procurando no hacer el más mínimo ruido.

Era el Director Hermsworth, quién caminaba tranquilamente y sus pasos se escuchaban como ecos en un inmenso abismo o cadenas que son tiradas de forma estruendosa, seguía caminando cuando se detuvo ante dos compuertas;

–Por favor, pronuncie la clave para entrar —pidió amablemente una voz artificial—
–F-I-E-V-A —dijo Hermsworth, ante él se abrieron las dos compuertas dando lugar a una misteriosa y gran biblioteca.

Jayden asomó levemente la cabeza observando la inmensa biblioteca que se escondía tras esas compuertas, aprovechó para incorporarse rápidamente y correr para llegar a tiempo.
Una vez ahí, el chico se dispuso a esconderse entre dos grandes estanterías para seguir observando al director Hermsworth.

Hermsworth tomó entre sus viejas y huesudas manos un libro cuya antigüedad databa de muchos años atrás, parecía peculiar, y cuando lo abrió sopló el polvo que brotaba de las páginas.

¿Qué estará haciendo? —piensa Jayden mientras seguía viendo al director—

Hermsworth se sienta en el centro de la biblioteca con el libro en mano, hasta que un sonido irrumpió en el lugar.
–¿Quien anda ahí? —alza la mirada levantando una ceja, interrogando—
Jayden no es capaz de levantar el libro que por accidente dejó caer, pues le descubrirían. Hermsworth vuelve a la lectura y el chico suspira aliviado.
Eso estuvo cerc...—se calla nuevamente al ver que ha dejado caer otro libro, o para peor, una escalera se tambalea y se cae directo hacia él.
–¡Ah! —grita y se aparta con rapidez, se da cuenta de que ha sido descubierto por el director Hermsworth quién se le acerca—
–¿Jayden Boswell?
–Ah....si...—el chico sonríe tímido—
–¿Como lograste entrar? —pregunta Hermsworth quién en su rostro se reflejaba una muestra de enojo y confusión disfrazadas de curiosidad—

.

Pasada una hora, el director Hermsworth trae consigo una bebida para Jayden, este la toma y se la bebe de un tirón.
–Bien —musita Hermsworth quién se sienta a su lado y le mira fijamente— por lo que veo en ti, es curiosidad pura.
–¿Curiosidad? —dijo Jayden—
–Si —afirmó ladeando la cabeza— es verte a ti en los ojos y me doy cuenta que quieres de alguna manera u otra buscar información. Pero no sé con certeza cuál.
Jayden le mira sorpresivo y prosigue;
–En realidad —el chico le mira a los ojos— siento que hay algo en mi, que no todos tienen.
–¿Qué es lo que percibes de ese detalle peculiar?
–El otro día —dijo Jayden— en la clase con el Profesor Roberts vi en la palma de mi mano un trazado naranja brillante como un río de lava. Desde entonces, lo he visto seguidamente y en la Biblioteca de la Academia no encuentro una información acertada respecto a porque tengo esto.
–Dame tu mano —le pidió Hermsworth—
Jayden le mira un tanto desconfiado, pero sabiendo que él era el sabio, accedió a dicha petición.

Hermsworth coloca sus huesudas y viejas manos sobre las jóvenes y duras de Jayden, cierra los ojos y luego (tras cinco minutos) los abre de golpe.
–Oh...por todos los cielos —dijo Hermsworth—
–¿Qué, qué vio? —inquirió Jayden—
–Jayden, no puedo creerlo..
–¿No cree qué? —dijo Jayden— dígamelo.
–Tu....tienes...el poder del Fuego Universal...
....¿Qué....? —pensó Jayden—
–Eres el Heredero de Fairum, Jayden —afirmó Hermsworth— no puedo creerlo.
¿El heredero de Fairum?

Hermsworth se levanta y por unos instantes se mira en la vidriera.
–Tantos años he entrado a la Familia Boswell, y tras muchos años por fin hallo al descendiente del dios más poderoso de El Universo.
>> por un momento, creí que era un mito, una falsificación, que los dioses murieron en la pelea contra Oscuranus hace ya veinte mil millones de años. Pero.... veo que no es así.
–No....no, no puede ser. Pero yo soy un chico común y corriente —dijo Jayden— ¡No puedo ser quién crees que soy!
–Lo eres, Jayden —afirmó Hermsworth y se giró para verle— la sangre de ese dios fluye en tus venas, la profecía está a punto de cumplirse. En la que el Heredero de Fairum será quien ponga fin definitivo a Oscuranus.
>> ahora tú y yo lo sabemos, procura ocultarlo hasta de tus mejores amigos. Pues nunca se sabe, a partir de esta misma noche tendré que entrenarte en el mejor empleo de la Magia, pues... Las Galaxias Oscuras tienen planeado algo. Y su emperador, Darkanus, tiene al Heredero de Oscuranus bajo su poder. Y es tu primo...
No....puedo, creerlo —pensó Jayden— ¡Esto debe ser un sueño! —exclamó— no puedo yo, Jayden Boswell, ser el heredero de un dios quién es primo del heredero del otro. ¿Donde está ese? ¿Tendré que matarle? ¿Qué es todo esto? ¡Nadie nunca me dijo nada!
–Porque aún el poder no se hacia presente en ti, Jayden, pero ahora que tienes diecisiete. Es el momento de la verdad...
–Yo, debo irme.



Jayden abandonó la biblioteca, aquella revelación le habia dejado impactado, confundido, enfurecido y todo lo demás, no podia creer que ayer era un chico que sólo quería pertenecer a la Flota Estelar, y ahora, el Heredero del Dios del Fuego.



martes, 22 de octubre de 2013

La Llamarada del Universo - Capítulo Dos

                                                EL HEREDERO DE LA OSCURIDAD



¿Decidir tú sólo?
¿De que te sirve huir de mi sino puedes salir nunca de los limites de este planeta?
continuó susurrando la voz aguda maliciosa, siseando un poco la lengua—
–Déjame en paz —dijo el chico cuando apagaba la llama que brotaba de la palma de su mano
No puedes huir de mi.....Hayden

El chico frunce el ceño al escuchar que la voz misteriosa se le dirige por su nombre de pila, tan sólo se resiste a mantenerse firme y lidiar con ella.
–No digas mi nombre
No hay otra manera de dirigirse más cercanamente al Heredero de Oscuranus.
Déjame en paz, Darkanus
Me necesitas.... Y con aquello la voz misteriosa desapareció de la mente de Hayden.

Para su sorpresa, es golpeado en la cabeza lo que ocasiona que se desmaye y su vista se nuble solo a negro.

.


Jayden camina con las manos guardadas en el bolsillo, se muerde el labio inferior mientras se deleita con la música que escucha por medio de sus auriculares. Los pasillos de la Academia eran largos y grandes, para él casi que se le hacían una eternidad terminarlos.

Finalmente encuentra la cafetería, donde en una de las mesas se encuentra sentada Molly, la chica que conoció el otro día. Ella sonrie y Hayden hace el mismo gesto pero su sonrisa es de medio lado.

–Hola, Molly —dice Jayden tomando asiento—
–Hola Hayden —responde alargando el brazo— no creía que ibas a venir.
–¿Porque no? —el chico enarca una ceja—
–Bueno...—afirma con voz queda— es que creo que serás el chico codiciado por todas las estudiantes
Jayden bufa levemente y se cruza de brazos
–¿Codiciado, yo? —niega con una sonrisa esbozada en sus labios— lo dudo.
–En realidad eres apuesto —afirma Molly al ver que el robot-mesero les trae las bebidas— no cualquiera estaría contigo.
–En realidad..—Jayden le mira con la bebida en la mano— tu eres muy hermosa, Molly
Molly se sonrojó levemente
–Ahm...¿Gracias? —dice y se rasca la cabeza— creo que debemos volver, en una hora comienza el Entrenamiento y no querrás que el Profesor nos regañe —ríe—
–No lo hará —afirma Jayden y se levanta de la silla, tendiéndole la mano— ven
Molly, claramente ruborizada traga saliva y le tiende la mano a Jayden, durante un instante ambos se miran mutuamente pero ella sonríe y le golpea suavemente con el bolso.
–¡El último que llegue es un androide podrido! —ríe y corre directo a la entrada de la cafetería—
–¡No se vale, Hey! —dice Jayden y corre detrás de ella haciendo caso omiso del regaño del robot de la barra–

Molly y Jayden corren juntos en lo que es técnicamente una carrera para llegar a la clase, pasada una hora ambos abren la puerta apresurados y notan que toda la clase (incluido sus compañeros de cuartos) les miran. El profesor Roberts les mira y se yerga diciendo:

—Señor Boswell, Señora Jackson —enfatiza alzando el cuello— por poco os dejaba afuera y os perdéis la clase. ¿A que se debe tal retraso?
Molly y Jayden se miraron fijamente tratando de dar alguna excusa
–Ah...—dice Molly- yo me quedé dormida y Jayden también.
–Si, así mismo.
El Profesor Roberts les mira alzando una ceja, con la batuta en mano
–Bien —dice al fin alzando una mano con la batuta en ella— sentaos.
Molly se sienta al lado de su amiga más cercana, Sella, y Jayden se sienta al lado de Austin quién este le susurra:
–¿Estuviste en la cafetería con ella?
–Si —susurró Jayden muy bajo— me pasó una nota ayer sobre eso.
Austin y Jayden rompieron su conversación al ver que el profesor daba inicio de nuevo a la clase.

–Bienvenidos seáis a la clase de Ejercicio Mental y Físico, yo soy el Profesor Allan Roberts pero para ustedes soy el Señor Roberts —prosigue— bien, como veréis en mi clase os enseñaré a ejercitar tanto la mente como el cuerpo, pues si hay algo que destacar es que cuando peleemos contra un enemigo hay que no sólo desarmarlo físicamente, sino también mentalmente.

>> este ejercicio ha sido bien empleado durante años, cuando ocurrieron las pequeñas guerras contra las Galaxias Oscuras, en las que el ejercicio mental sirvió para desarmar a los más fuertes enemigos. Pues el llamado Emperador Darkanus —un silencio se apodera del salón hacia unos instantes— logró ser humillado al ser descubierto su màs ambicioso plan el cual consistía en enviar una gigantesca tropa a asediar La Tierra, este plan fue hecho por el Almirante Hermsworth, actual director.

<< Vaya, no creí que hiciese tantas cosas como esa >> —pensó Jayden y luego se miró a las manos, para su sorpresa una línea naranja-dorada resplandecía con un brillo tenue—

Bien —dice el profesor— ¿Cuál es la manera de diferenciar vuestras mentes de la de un Oscurano?
–¡Yo lo sé! —dice Sella y alza la mano— nuestra mente pues es menos oscura, y desordenada y...—alguna que otra risa se escucha en el lugar—
–Tranquila Sella —dijo Molly—
—¡Ugh, odio que se burlen de mis explicaciones no concluidas!
–En realidad, Señorita Grint, la forma de diferenciar una mente de un Oscurano con la suya es debido al poco acceso que aún tenéis a sus redes, los más hábiles militantes han logrado penetrar a sus mentes con sólo mirarles a los ojos.
>> Y ahora, si queréis hacer un ejercicio mental de ello que involucre al físico, sólo debéis levantar la mano.

Nadie del salón levanta la mano.

–¿Nadie? —inquiere Roberts— entonces voy a escoger, a Samantha Winter y Austin Parker.
–Deseame suerte amigo —dijo Austin incorporándose y dirigiéndose a Jayden—
–Suerte, la tendrás —dijo Jayden y se cruzó de brazos—

Austin y Samantha se miraron el uno al otro, la chica solo se limitó a sonreír pero esa sonrisa fue borrada en vano debido a que el chico no mostraba tal simpatía. El Profesor Roberts pidió a ambos alumnos prepararse.

—Bien —les mira— Señorita Winter, su compañero debe agacharse para la prueba.
Austin se agachó y miró a Samantha
–Bueno...–dijo Samantha y colocó su mano sobre la cabeza de su compañero– la forma más eficiente para desarmar a un enemigo es contrarrestar la fortaleza que su cerebro ejerce, supongamos, la memoria es algo que no se debilita. Lo que haré a continuación será tratar de penetrar lo posible en el cerebro de Parker
–No lo suficiente —dijo Austin mientras alzaba ambas cejas en torno a una preocupación reflejada en su rostro—
Samantha bufó y colocó la palma de su mano sobre la cabeza del muchacho, cerró los ojos y se concentró en tratar de penetrar lo más profundo que pueda en el cerebro de Austin, como desarmarlo en caso de que se deba pelear con un gran adversario.

Los sentidos de Samantha dieron paso a diversas visiones de la infancia de Austin, desde que él admiraba a su padre por ser un Gran Almirante de la Flota Estelar, la muerte de su hermana, seguido de hoy en día. Además trató de contrarrestrar los pensamientos mas íntimos que el muchacho guarda. A continuación se da una serie de pulsos mentales en las que ambos cerebros se contraatacan. Dando no sólo un ejercicio mental sino uno físico.

Finalmente, Samantha al no ser capaz de desarmar (un poco) la mente de Austin para luego armarla se retira del ejercicio y mira al profesor agotada, jadeando y dejando que gotas de sudor se resbalen por su frente.

–Excelente Señorita Winter —dijo Roberts mientras llevaba su peculiar batuta en mano— aunque intentó desarmar y armar la mente de Parker al menos logró resistencia física y mental en dichos contraataques, podéis sentaros ambos.

Tanto Austin como Samantha asintieron cabizbajos y se sentaron en sus respectivos puestos, al ver Jayden a su amigo lo primero que preguntó fue:
—¿Te ha ido bien?
—Sólo evité que viera más allá -dijo Austin mientras se cruzaba de brazos, bufando levemente— y esto ya me ha dado hambre.
Jayden río leve entre dientes y miró al reloj, quedaban cinco minutos de clase. Pasada esa circunstancia El Profesor despidió a sus alumnos quienes enseguida se levantaron de sus asientos.

Jayden y Austin se reunieron con sus amigos y compañeros de habitación, se dispusieron a caminar por los pasillos y se encontraron con el grupo vecino de las chicas, estos se les acercaron.
—¿Porque tanta hermosura suelta? —dijo Sasha en tono humorístico de gavilán buenmozo—
Sus amigos rieron.
—¿Hay otra cosa en tu mente que no sea ligar con chicas? —comentó Lisbet, la chica gótica del grupo quien sonrío con ligereza— me da un tanto de pena.
Sus amigas rieron, y Molly miró a Jayden.
–¿No creen que deberíamos ir los catorce juntos un día a la playa? —dijo James—
–Me parece buena idea —dijo Sella—
–¡Si! —asintieron los demás—
Molly y Jayden se miraban mutuamente haciendo casi caso omiso de lo que sus amigos comentaban, los catorce se dispusieron en caminar directo al campus de La Academia.




.


Darkanus miraba por medio de la ventana las edificaciones iluminadas de la ciudad donde se establecía el Imperio Absoluto de las Galaxias Oscuras, podía tan sólo suspirar con la boca cerrada mientras cerraba el puño.

Alzó la vista cuando vió que un hombre tiraba al suelo al desmayado Hayden.
–Excelente —musita con desdén disfrazado de dulzura, se levanta de su silla e inmediatamente se acerca a Hayden— lévantate —dijo—
Hayden despertaba de ese ensueño gracias al golpe que recibió en la cabeza, y miraba a Darkanus con gran odio.
–Da..rknus —murmura Hayden con voz queda—
–¿Creías que iba a dejarte escapar? —Darkanus bufó con gran arrogancia— el Heredero de Oscuranus no puede huir de nuestros limites.
–¿Que quieres de mi? —dijo Hayden mientras se incorporaba del suelo y se acercaba a la ventana abierta por la cual se admiraba toda la ciudad—
–Tú eres el futuro de todo lo que hemos hecho —dijo Dafkanus—, durante millones de años, El Universo era independiente pero eso acabó cuando vea que su nuevo señor resurge de las cenizas. La sangre de Oscuranus fluye en tus venas, Hayden.
Hayden volteó levemente la mirada
–Pero...—prosigue— no puedes huir y depender de ti mismo, te tomarían como a un hechicero cualquiera.
–Preferiría ese destino a ser parte de algo que no me corresponde —dijo Hayden—
–Tú no lo entiendes, y lo comprendo —dijo Darkanus y se acercaba al muchacho— pero hay una causa por la cual se te necesita. Y es que, el Heredero de Fairum ha vuelto a resurgir...
–No...—dijo Hayden— pero él y los otros dioses murieron.
–Los quince tuvieron descendencia, una descendencia que se expandió a lo largo y trecho de El Universo —dijo Darkanus— pero el poder de Fairum es tan letal que durante años hemos tratado de hacerlo nuestro.
>> Su último heredero ahora vive en La Tierra, y es tu deber matarle y robarle toda su magia.
–No lo haré, Darkanus —replica Hayden—
–Entonces tendré que obligarte —dijo Darkanus—
–No eres capaz —dijo Hayden—
–Por supuesto que si.

Darkanus alzó la mano y atrajo a Hayden a si, tirándolo al suelo, este trató de contraatacarle conjurando un hechizo pero esto fue en vano cuando dos cadenas se ataron a sus muñecas.

El poderoso emperador y brujo juntó ambas manos y con ellas formó una gran esfera caliente de Magia Negra que torturó en primera instancia a Hayden, luego, dijo:
–Yo, Lord Darkanus, bajo el poder de todas las Galaxias Oscuras, te obligo a jurarme lealtad a cambio de que seas el principal patrón de un ataque a formarse. Y con ello mismo, la destrucción de la Federación Interplanetaria Pacifica entre La Vía Láctea y Andrómeda, y la posterior aniquilación del Heredero de Fairum y otros dioses.
Hayden gimió de sufrimiento, pero tras un intento de resistir ante la magia finalmente dijo:
–Si....amo.....yo, Heredero de Oscuranus, destruiré La Federación y al Heredero de Fairum..

Darkanus sonrió con malicia.


lunes, 21 de octubre de 2013

La llamarada del Universo - Capítulo Uno

PRÓLOGO

El universo siempre fue un lugar misterioso, lleno de secretos, lleno de cosas que aún La Humanidad no se atreve a saber. Un lugar en el que todo es nada, y la nada es todo.

Se dice que en el principio no había nada. Pero esa nada dió lugar a lo que hoy conocemos como; El Universo, creado bajo el poder y la gracia de quince dioses antiguos cuyo método era dejar a cada uno de sus hijos en cada galaxia, sistema, planeta..

Los quince dioses eran llamados Fairum, Rhossana, Aqualo, Estellarium, Skanye, Vorgano, Morano, Rolandia, Hegara, Vulcana, Turganín, Ephelliom, Macthelion, Floria y Lunarius. Cada uno de ellos poseía un don en especial y con cada aporte dio los poderes que hoy rige El Universo.

Pese a que los quince adoraban y admiraban por igual sus obras, el último; Lunarius (dios de la luz) era el primo de Farium (dios del fuego) a quién admiraba y amaba como un hermano mayor empezó a codiciar un plan que le llevó a corromperse por si mismo y era el ser el Dios Absoluto del Universo. Pero tal plan empeoró las cosas y fue expulsado de entre los quince, siendo llamado después Oscuranus, como venganza creó los Agujeros Negros en consecuencia para desplegar las fuerzas oscuras alrededor del Universo. Los catorce al enterarse de esto lucharon contra el renegado Oscuranus y finalmente fue Farium quién con la Espada de la Llamarada Universal hirió al malvado dios y lo desterró para siempre, pero Oscuranus fue inteligente y en cambio por medio de sus agujeros negros envió a un inmenso ejercito de criaturas oscuras a atacar y asediar El Universo. Cosa que logró que Oscuranus se librase de sus cadenas para enfrentar de nuevo a los dioses y en especial a su primo, Fairum. En esta nueva batalla los quince se destruyeron físicamente y sus almas se perdieron para siempre, dejando que un Universo mismo se rige bajo sus propias leyes. Pero antes de desaparecer, los dioses tuvieron hijos que vivieron en varios planetas del universo y tuvieron descendencia.

Algo nuevo està a punto de llegar, y será el punto clave de todo.


                                                    LA LLAMARADA DEL UNIVERSO

                              

Verano de 2097.

Nos trasladamos a La Tierra, donde en alguna típica ciudad, en algún típico vecindario, en una típica casa..vivía un típico, común y corriente chico de diecisiete años, Jayden Boswell.

Los rayos del sol atraviesan las cortinas de la habitación, el muchacho se revuelca en su cama sin intención alguna de despertar. Pero "Riiiiing" suena el despertador, lo que provoca que se despierte de un golpe.

— Maldición —piensa— voy a llegar tarde.
Jayden voltea la mirada y se topa con que indican las "7:45" y se levanta de un golpe, dirigiéndose al armario.
– Voy a llegar tarde, maldición, quiero ir a la academia —replica Jayden mientras buscaba una vestimenta adecuada, mezclado con su estilo rebelde—
Jayden sale finalmente del armario con una ropa gris ajustada de cadete, con el cabello rubí alborotado sin peinar y los auriculares en sus oídos. Mira el reloj avanzado, le indica que son las 7:53
– ¡Si no llego en veinte minutos, estaré frito!
La puerta le es tocada y este la abre, era el robot-mayordomo de su casa quién dice:
—Señor Jayden, su auto nuevo le espera a las puertas de su casa —le deposita las llaves en la palma de la mano— su tío el Señor Boswell se encuentra ahora mismo en el centro de la ciudad.
— Gracias por la información, Rocop —dice pronunciando el nombre de pila del hombre de ojalata—

Las compuertas automáticas de la casa se abren y Jayden baja, sonriendo al ver su nuevo auto sin ruedas, dispuesto a volar.


– ¡Guau! —exclama y acaricia el material del que está elaborado el auto— ¡Es....Genial! —ríe y a su lado mira su antigua patineta, un momento nostálgico le sacudió al verla. Pero sabia que era hora de tomar nuevas opciones—

La puerta del auto se eleva y da permiso a Jayden de subirse al auto, este toma el volante quién es en realidad un programador de voz automática femenina

– "Por favor, inserte la llave en la cerradura" —musita la voz artificial—
– Claro nena —accede un alegre Jayden e inserta la llave en la cerradura, girándola—
– Momento de despegue y arranque, en cinco, cuatro, tres..dos...— y el auto se eleva un poco sobre la carretera—
– ¡Joder, que espectacular! —dice Jayden y nuevamente sonrie cuando el auto inicia el arranque alejándose a toda velocidad del vecindario— ¡Guau! —exclama sorprendido—

Jayden mira la ciudad, una belleza moderna cuyos edificios sobrepasan las nubes, los autos se desplazan de aquì para allá sobre volando las calles, en mucho tiempo miraba la ciudad como se la habia imaginado..


Tras unos treinta minutos de recorrido, finalmente se topa con unos edificios cuadrados y gigantes. Era La Academia para futuros capitanes y almirantes que quieran ir al Espacio, ese era el mayor sueño y anhelo de Jayden, ir al espacio.

El auto estaciona y el chico se dispone a salir del auto, mira el lugar lleno de gente vestido igual a él pero de diferentes colores (grises para primero, amarillos para segundo y rojos para tercero) y por si fuera poco observar a las chicas.

– No están tan mal..— exclama y aparta el codo del auto—
– Nadie está tan mal — dice un chico que se acerca a él para su sorpresa — oh. Claro, mi nombre es Austin Parker, parece que eres nuevo que yo.
– Si —dice Jayden mirando a Austin— mi nombre es Jayden Boswell, mi padre fue el ya todos saben quién.
– ¿El Almirante Boswell? —exclama un sorprendido Austin— ¡Es un honor conocer a su hijo! 
–No muchos lo dicen —admite Jayden—

Una voz irrumpe en el campus del lugar
— ¡Atención, alumnos de primer año que ingresan a la Academia Espacial de New Pearton, haced una fila! —era una voz masculina de un profesor que parecía angustiado—

Una vez hecha la fila, pasamos enseguida al lugar, muy muy oscuro. Pero de esa oscuridad emerge un hombre mayor vestido de Almirante con muchas medallas ardonando su vestimenta.

– Bienvenidos seáis a este vuestro hogar por ahora, aquí seréis instruidos bajo los mejores almirantes de la carrera espacial para que cumpláis muchos de vuestros sueños —dice— me llamo Dereck Hermsworth y soy el flamante director de esta Academia, peleé en muchas batallas y guerreé contra el ejercito de las Galaxias Oscuras.

El director Hermsworth pide que se sienten y una pantalla se ilumina para todos.

– Durante años —prosigue— esta Academia se dedica a instruir a los ejércitos bélicos y militares de una Federación Interplanetaria entre La Vìa Láctea y la Galaxia de Andrómeda. Son aproximadamente ochocientas delegaciones de ochocientos planetas de vida inteligente los presentes, aliados además para combatir la maldad que según una leyenda, dejó un antiguo dios llamado..Oscuranus.

>> para ello, serán también instruidos en temas sobrenaturales, tales como la....¡Magia! —dice y de la palma de su mano brota un fuego que se disipa para sorpresa de todos los presentes—
— Increíble.. —dice Jayden—
— La magia era un tema a tratar años anteriores, pero finalmente se ha implementado a nosotros ya que, de acuerdo con la leyenda, las "Galaxias Oscuras" o Agujeros Negros albergan civilizaciones inteligentes que no solo emplean las armas sino la magia y la hechicería oscura. Lo importante de todo es, que para evitar esto a partir de ahora La Magia será uno de vuestras principales asignaturas en su entrenamiento. Una vez termináis los tres cursos, procederemos a juntarlos en una tripulación que inicie sus misiones en una nave más allá de nuestro Sistema Solar. Y sin más que añadir —para sorpresa (o incomodidad de Jayden) quién nota que el director le mira por el rabillo del ojo— podéis iros, habrán guías que les llevaran hasta sus habitaciones.


Cuando todos se levantaban, Jayden nota que el Director le sigue mirando como si le analizara, luego su amigo Austin le dice
– Hey Jayd, ven.
Jayden asiente a la petición de su amigo y ambos se van con el resto.
Mientras caminan con los respectivos guías, Jayden se separa unos instantes de su amigo Austin para buscar alguna bebida mientras. Cuando hacia eso, tropezó con una chica.

– ¡Oh lo siento mucho! —dice la chica quién recoge los libros que tenía en los brazos con ligera rapidez—
–No te disculpes, fue accidente mío —Jayden alza la mirada al mismo tiempo que la chica y ambos se quedan perplejos mirándose mutuamente. Hasta que por fin la chica rompió el silencio
–Oh, si. —musita la chica y alza el mentón— mi nombre es Molly, Molly Jackson —extiende la mano—
–Yo soy Jayden Boswell —dice Jayden al estrecharle suavemente la mano—
–Encantada de conocerte —sonríe Molly— Jayden, ayúdame a incorporarme o nos pillaran si no llegamos con los guías.
Jayden tomó de la mano de Molly y le ayudó a incorporarse, ambos volvieron tras terminado el discurso de indicaciones de los guías. Uno dice:

—Austin Parker, Thomas Anderson, Edward Jenner, Garreth Newman, Sasha Vasillev, Nicolay y James Bloom, Jayden Boswell, seréis asignados a la habitación siete.
—Sella Grint, Celeste Mercado, Samantha Winter, Lisbet Daugh, y Molly Jackson seréis asignadas a la habitación ocho.

Los quince que serian compatibles en cuanto a la cercanía de sus habitaciones asintieron con un respingo y se fueron en el orden que fueron mencionados.

En la habitación siete, los chicos empezaron a dejar sus cosas y se sentaron todos en un circulo, menos Jayden quién luego se les uniría.

–Bien —dice Thomas— somos compañeros a partir de ahora, deberíamos conocernos..
– ¡Yo primero! —dice Sasha y se levanta— yo me llamo Sasha Vasiliev, y me encanta la computación.
—Yo soy Edward Jenner, y también me encanta la computación y la electrónica.
—¡Eso es genial hermano! —dice Sasha y golpea la palma de Edward, ambos se sientan—
—Yo soy Garreth Newman, y me encanta la música.
—Yo me llamo Nicolay y él mi hermano James Bloom, ambos amamos pilotear, nuestro tatarabuelo de hecho participó en la Segunda Guerra Mundial
—Yo soy Austin Parker, y amo el rastreo.
....Y tocaba a Jayden, quién luego se giró y se unió al grupo.
—Yo soy Jayden Boswell, y amo los combates
—¡Tenemos un experto! —dice Sasha— Ahora que nos hemos conocido —alborota la cabellera roja recogida por medio de una cola— ¿Que les gustaría hacer?
—Yo tengo pizza —dice Nicolay-
Los chicos comieron de la pizza y Jayden no fue excepción alguna, nota una carta en su bolso y la lee.

"Espero poder verte mañana en la cafetería - Molly"

Jayden sonríe de medio lado y deja la carta en el bolso.

.
.
.

En Oscunova, planeta de los señores de los Agujeros Negros cae una fuerte lluvia que salpica la ciudad sede de Mantipolia.

Pero la ciudad queda atrás cuando, entre los bosques, vemos a un chico corriendo a toda velocidad siendo protegido de la lluvia por una capucha negra. No sabe a donde ir, lo mejor seria huir para él. Estaba huyendo por su vida..

El chico se detiene cuando la lluvia ha cesado para coger aire, suspira al darse cuenta que está lejos de la ciudad 

El heredero de Oscuranus no debe huir.
Debes regresar.
susurra una voz interior–
Hoy no...–dice el chico quien alza la mirada, sus penetrantes ojos amarillos y oscuros se dejan ver– sólo yo puedo decidir...qué hacer...—de su mano brota fuego, y él solo se limita a mirar al horizonte con furia—